Interdisciplina y transdiscipina
El concepto de interdisciplina, entendida como la práctica de diversas disciplinas con un fin común (una producción, una obra colectiva), evoluciona hacia la transdisciplina, donde las artes, las ciencias, la tecnología y los nuevos medios se fusionan y en su cruce, en las intersecciones, detona nuevos lenguajes, produce nuevas obras, hibridaciones que tarde o temprano se reconocen como nuevas formas de arte en colaboración, para las que, incluso, se producen una nueva semántica y una nueva gramática, una estética renovada, donde el cuerpo digital no está separado del bioarte, y donde la tecnología está implícita desde el origen mismo de la propuesta escénica. La teoría de la transdisciplina está en construcción.
Artista visual de formación (cinegrafía, fotografía y video), Minerva Hernández tiene también camino recorrido en la danza, el teatro, la gráfica digital, la animación, la producción de televisión educativa y la producción (y dirección) de espectáculos escénicos donde la tecnología y las artes performáticas, junto con la música y las ciencias aplicadas, han derivado en propuestas únicas e innovadoras dentro de la escena artística, llevándola a explorar en nuevos territorios donde el bioarte extiende la imaginación hasta límites aún no conocidos.
Su trayectoria, además, se divide en dos geografías físicas, la primera, desde el año 1993, con el Centro Internacional de Promoción Artística (CIPA), asentado en Bruselas, Bélgica, simultáneamente al desarrollo del festival internacional de arte Europalia, en el que México tuvo una destacada participación. El CIPA desarrolló durante 5 años exposiciones, encuentros internacionales de cine, música, danza, artes, moda y de género.
Poco después de su regreso a México en 1997, Minerva Hernández se integró al equipo del Centro Multimedia (1998), del Centro Nacional de las Artes, desde donde generó todo tipo de producciones y obras en colaboración, además de su propia obra (ver su CV), en 2010 funda la línea de investigación y plataforma sobre artes performáticas y tecnología: Translab, hasta su salida del Cenart a finales de 2013. A partir de entonces, continúa trabajando en el proyecto transdisciplinario, colaborando y/o dirigiendo diversas producciones que conjugan artes, ciencias y tecnología aplicadas en la escena.
Junto con Alejandro Ortiz González y Géraldine Eguiluz, produjeron en el año 2002 medio centenar de espectáculos multidisciplinarios (poesía, danza, circo, música, video, escena, iluminación) bajo el título de “El sueño”, con la compañía bacaanda multimedia (el nombre significa el sueño, en zapoteco). Las presentaciones incluyeron espacios públicos masivos como el Museo de la Ciudad de México, el Monumento a la Revolución, el zócalo capitalino, el Centro Nacional de las Artes, además una extensa serie de espacios públicos periféricos como parte de un programa de retribución en la Ciudad de México (casas de cultura principalmente).