Piel Tecnológica, Artes, Ciencia y Tecnología S.C. es la compañía que creamos en 2015, para respaldar los esfuerzos y emprendimientos de un equipo de profesionales de las artes y la cultura, en busca de mayor solidez financiera y administrativa para sus proyectos y programas. La cara visible de esta compañía es Bioscénica, cuerpo digital y transdisciplina, con más de 20 años de trayectoria (http://bioscenica.mx/).
Si bien Bioscénica, cuerpo digital y transdisciplina ha centrado sus esfuerzos en la creación y realización de producciones de diversa índole (festivales, exposiciones, televisión educativa, publicaciones, laboratorios, encuentros, talleres, seminarios, conferencias, residencias artísticas, plataformas digitales, performance, producciones escénicas, etc), en la intersección entre artes, ciencia, tecnología, educación y comunidad, Piel Tecnológica también ofrece otros servicios con un espectro más amplio, desde la asesoría y consultoría para el desarrollo de proyectos culturales y artísticos (que van de la creación de la estrategia hasta su realización y materialización), hasta la creación de experiencias, estrategias de comunicación y distribución de productos gastronómicos, entre otros.
ANTECEDENTES
El nombre proviene del Laboratorio Piel Tecnológica, creado en 2012, inserto a su vez en el Translab, del Programa de Investigación y Experimentación Medialab del Centro Multimedia del CENAR (2009 a 2013). Translab fue una plataforma multidisciplinar, de investigación y experimentación, donde se investigaba sobre la dupla artes performáticas & tecnología.
Es en 2012 cuando el Laboratorio Piel Tecnológica recibe el apoyo de PADID (Programa de Apoyo a la Docencia, Investigación y Difusión de las Artes), para el desarrollo de Empatía 1.0 (http://bioscenica.mx/empatia-1-0/), para presentarlo en el contexto de la curaduría formato 3, en la Celda Contemporánea de la Universidad del Claustro de Sor Juana (bajo la curaduría de Berta Kolteniuk).
Ahí se presentó la propuesta de tres conceptos intercomunicados que giran en torno a las prácticas artísticas con nuevos medios, creados en esquemas colaborativos. La idea era hacer una lectura abierta, donde las estructuras espacio-temporales fueran móviles y flexibles, de tal modo que se traspasen los límites físicos. La intención fue integrar una misma unidad que pueda ser observada o vivida como un prisma, a partir de la superposición digital de momentos, corporalidades, soportes y espacios. En este caso se provocaron cruzamientos poéticos y estéticos entre tres piezas individuales: Empatía 1.0, de Minerva Hernández Trejo y Myriam Beutelspacher, Tiempo desarticulado, de Eduardo Meléndez, y Espacio absurdo, de Hersúa (Premio Nacional de Artes 2020).
El Laboratorio Piel Tecnológica forma parte ahora de Bioscénica, cuerpo digital y transdisciplina (http://bioscenica.mx/lab-piel-tecnologica/).