Cuerpos que preexisten, cuerpos demiurgos: esta pieza nos desvela una causalidad nueva, inversa a la aprendida. Un cuerpo de mujer y uno de hombre que, procesualmente y mediante su movimiento e interrelación, desacatan —desde una insolencia creativa— lo que de ellos se esperaba, desbaratando las conductas previstas hasta para el acto más cotidiano, subvirtiendo y decolonizando la corporalidad, precisamente a través de su propia expresividad. Al ser el cuerpo creador ya no será más simple objeto, así pulveriza sus límites, se celebra ahora lo experiencial como lícita forma de conocimiento, el cuerpo como agente poético.
Coreógrafía – Alicia Sánchez*
Diseño visual – Minerva Hernández Trejo*
Diseño de espacio escénico e iluminación – Sebastián Solórzano
Intérpretes – Karen de Luna, Luis Villanueva
Música – Diego Martínez Lanz